La crisis energética que vive la Unión Europea ha provocado que los máximos responsables comunitarios hayan lanzado el plan REPowerEU para “poner fin a la dependencia de la Unión Europea con respecto a los combustibles fósiles rusos”. La medida es una respuesta a las perturbaciones del mercado de la energía causadas por la invasión rusa de Ucrania de 2022.
De esta forma se pretende duplicar la capacidad de generación de energía renovable en 2025, lo que supone que los proyectos deben ponerse ya en marcha para alcanzar la fecha estimada.
Solo hay una energía renovable que puede desplegarse de manera rápida, fácil y además con costes bajos: la solar. Es la gran apuesta de la Comisión Europea para los próximos tres años, junto al hidrógeno.
«La energía solar es la parte que ha faltado hasta ahora y eso va a cambiar», aseguraba la comisaria europea Kadri Simson durante la presentación del plan REPower EU. Desde la Comisión Europea se ha instado a reducir los tiempos de tramitación, que en el conjunto de la UE están en nueve años para un parque eólico y en cuatro para uno solar fotovoltaico.
Así, desde la Comisión Europea se insta directamente a que ya en 2022 y 2023 se agilicen las tramitaciones y el despliegue de la energía solar fotovoltaica se multiplique, lo que supondría un nuevo ‘boom’ en España y en la Comunitat Valenciana.
En nuestra región había el mes pasado 300 proyectos solicitados de energía solar fotovoltaica que prevén una inversión de cerca de 8.500 millones de euros y una producción de 10.000 megavatios en una superficie de 70 a 75 hectáreas, según las cifras que maneja Avaesen con los datos de la Generalitat Valenciana. Así, lo que resta de 2022 y el 2023 son la clave para alcanzar el objetivo de la Unión Europea, ya que tras la luz verde administrativa se estima entre año y año y medio el tiempo de desarrollo de cada planta hasta su puesta en marcha.
Además, a falta de la transposición legal en España, el objetivo de la UE es que a partir de 2025 sea obligatoria la instalación de energía solar en los nuevos edificios públicos y comerciales. En 2029 el requisito se extenderá a las edificaciones residenciales.
En 2030, si se cumplen los objetivos, la energía solar será la mayor fuente de electricidad de la UE, y en ello influirá mucho la expansión del autoconsumo.